¿Te has preguntado si poner o no cotillón el día de tu boda? Algunas novias no contemplan una boda sin cotillón, ya que éste va a animar y darle ese toque divertido a la boda, con el momento al que llaman la hora loca.
Otras creen que no es elegante ponerlo y ver a todos los invitados, incluso a los novios, adornándose como si fuese una fiesta de disfraces y desluciendo sus trajes. En fin, creemos que es una cuestión de gusto y personalidad de los novios.
Si quieres algo entre estas dos opciones, no quieres ser la apática que no pone cotillón en su boda y pasar por aburrida, pero tampoco ser la que pone serpentinas, maracas, etc., puedes optar por alguna de estas ideas que te vamos a dar y que han estado en tendencia en las últimas bodas.
Por ejemplo, poner un cotillón más sobrio o temático. Un tema de lentes es una opción súper original. Ve a cualquier tienda de cotillón y seguro encontrarás muchos y diferentes modelos de lentes. Existen hasta unos con las patillas de Elvis Presley. A tus invitados les gustarán tanto que lo guardarán para los próximos carnavales.
Otra opción puede ser seleccionar una gama específica de colores como el plateado, dorado, blanco y negro. Para ello sólo debes comprar todos los elementos como sombreros, lentes, y plumajes en estos colores, y tus invitados lucirán elegantes e irán a tono con tu boda.
Una opción muy innovadora es comprar sólo elementos fluorescentes como vasos, lentes, pulseras, collares, etc.… ¡Está super in!
En muchas bodas reparten zapatos más cómodos para sus invitados y los personalizan para que les quede de recuerdo: cholitas para la playa, crocs, alpargatas, etc. Esta idea a nosotros nos encanta. Atrévete y dale ese toque original que estás buscando para tu cotillón.
¿Sabías qué?
El cotillón (galicismo de cotillón) es un tipo de baile proveniente de Francia, inventado alrededor de los años 1700 para ser bailado por parejas de a cuatro, formando un especie de cuadrado. El cotillón fue una de las muchas contradanzas donde los participantes (especialmente aquellos provenientes de la realeza) se juntaban para presentarse socialmente, así como para coquetear con los otros bailarines mediante el intercambio de parejas que se lleva a cabo en este tipo de baile.
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